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sacarás de la ciudad al hombre o a la mujer que haya cometido esta maldad, y los apedrearás, y así morirán.

»Quien sea condenado a muerte sólo podrá morir por el testimonio de dos o de tres testigos. Nadie podrá morir por el testimonio de un solo testigo.(A) Los primeros en levantar la mano contra el condenado a muerte serán los testigos; después de ellos levantará la mano todo el pueblo. Así acabarás con el mal que haya en tu medio.

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